Las zapatillas que se sujetan a la barra de una jaula de acero con los correspondientes ganchos no son nada nuevo, ya se utilizaban en los años 70. E incluso entonces, los médicos y los deportistas advirtieron que no eran para todo el mundo, ya que colgarse boca abajo puede provocar dolores de cabeza a muchas personas con problemas de salud.

La finalidad de estos zapatos es tanto terapéutica como gimnástica. Utilizando estas zapatillas, cómodas pero firmes y seguras, te ocuparás de la descompresión de la columna vertebral y sentirás inmediatamente la relajación en la cintura escapular. Por supuesto, también puedes utilizar estas zapatillas para entrenar: puedes probar a hacer abdominales mientras cuelgas de la barra, y si sientes que tu entrenamiento es demasiado fácil, puedes añadir uno o dos kilos más de pesas. Al hacer abdominales, el torso no es la única parte del cuerpo que hace todo el trabajo, sino también los músculos de las pantorrillas y los muslos, ya que el cuerpo tendrá que estabilizarse en la barra.

Así, las zapatillas y la gravedad combinadas nos dan la opción de realizar ejercicios que serán un verdadero reto incluso para los atletas más capaces.