El funcional atrae cada vez más apasionados. Aumenta día tras día el flujo de personas que entran en el box «para probar». Por otra parte, la oferta siempre es variada, adaptable a cada nivel de preparación y los continuos desafíos que pone ante los que la practican, hacen que este deporte sea decididamente atractivo. Tanto para los que siempre han hecho ejercicio como para los que están completamente en ayunas. No faltan deportistas de otras disciplinas que deciden frecuentar periódicamente un box para complementar su preparación o hacerse un gimnasio en casa.
Pero ¿es posible combinar la práctica más o menos constante del funcional con otra actividad deportiva de competición? ¿Puede un atleta explotar de manera útil la práctica del funcional como preparación física y atlética para las competiciones de su disciplina?
Como sucede muy a menudo cuando se intenta hablar de deporte con razón, sin dejarse llevar por las banalidades, la respuesta es articulada.
En general la práctica del funcional puede ser una buena idea como actividad física preparatoria durante el período de off season, es decir lejos del período muy estresante, en el que se concentran las competiciones.
Una distinción que hay que hacer es entre deportes de equipo y deportes individuales.
En los primeros es totalmente desaconsejable integrar al ciclo normal de entrenamientos colectivos algunas sesiones funcionales que irían a añadir estrés y fatiga muscular en un período, lo de los campeonatos, en el que semanalmente los atletas están llamados a proporcionar un rendimiento al máximo de sus posibilidades físicas y mentales. El nivel de estrés resultante de la práctica de una actividad exigente como el funcional, superaría los beneficios derivados de la mejora de la condición física general de los atletas. Por otro lado, una vez terminada la temporada, después de una pausa necesaria, algunas sesiones funcionales, durante un período de dos o tres semanas, justo antes del comienzo del período de preparación física y atlética, puede ser una solución ideal para condicionar a los atletas al máximo de su potencial.
En cuanto a los deportes individuales, en contraste, el funcional puede ser una ayuda muy valiosa en el período del año más alejado de las competiciones. Pero incluso durante el período de entrenamiento que normalmente dura alrededor de diez meses, la hipótesis de insertar algunas sesiones de funcional en la tabla de entrenamientos puede ser provechosamente considerada. Para poner un ejemplo cerca de mi experiencia personal como atleta, en el remo el funcional puede sustituir óptimamente la sala de pesas en el período invernal, durante el cual se prevé la preparación en tierra además del entrenamiento en barco.
En conclusión, no existe una receta válida en todos los contextos y para todos los deportes, que permite insertar el funcional en la preparación. Hay que considerar algunos elementos que pueden ayudar, durante la programación de los ciclos de entrenamiento, si y cuándo añadir el funcional para maximizar los resultados en el rendimiento de los atletas de competición.