En el mundo del fitness, la sentadilla vale para el soberano de todos los ejercicios, ya que hay que estar bien preparado para poder ejecutarlo correctamente. El squat forma parte de ese grupo de ejercicios llamados complejos ya que durante la ejecución del ejercicio participan varios grupos musculares, que juntos contribuyen a una correcta ejecución del mismo ejercicio.
Habida cuenta de la complejidad del ejercicio y de la necesidad de una buena preparación física, para garantizar su realización con plena seguridad, este ejercicio no es adecuado para todos. Pero eso no significa que tengamos que abandonar el entrenamiento de las piernas. Es bien sabido que son precisamente los músculos de las piernas los que forman el mayor grupo muscular de todo nuestro cuerpo, desempeñando un papel muy importante no sólo en el desarrollo de las actividades deportivas, sino también en la vida cotidiana.
La buena noticia es que hay una excelente alternativa al squat: una máquina de fitness, diseñada especialmente para entrenar la fuerza de las piernas mediante la presión o la prensa de leg. El atleta puede así simular el squat de manera controlada y completamente segura. La máquina es adecuada para cualquier persona que quiera entrenar de forma simple y segura, pero al mismo tiempo no está lo suficientemente entrenado para realizar el sentadero, está haciendo rehabilitación después de una lesión o simplemente quiere aislar el entrenamiento haciendo trabajar sólo las piernas.
Todos sabemos que cada uno de nosotros tiene una parte dominante del cuerpo, parte que generalmente e involuntariamente, cargamos más cuando bajo tensión (ej. Brazo/pierna derecha más fuerte que la izquierda). De ahí surgió la idea de desarrollar la máquina de modo que pueda realizar el ejercicio con ambas piernas al mismo tiempo, pero por separado. Así podemos aislar los músculos de cada pierna por separado. Así evitaremos que la pierna dominante trabaje más, lo que solo incrementará la diferencia entre las dos.
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El proceso de fabricación de la máquina seguía los puntos del famoso método de Stanford »Design Thinking», que se divide en 5 fases: empatiza, define, genera, prototipa, pone a prueba.
Empatiza con tus usuarios: es la primera y probablemente la más importante de las 5 fases del proceso de realización. En efecto, hay que identificarse con el consumidor final, analizar y reconocer sus puntos de vista, sus necesidades, los deseos con respecto al producto, o en este caso con respecto a la máquina fitness. La clave es entender sus emociones, lo que les hace sentir bien y lo que les molesta.
Defina las necesidades de los usuarios, sus problemas y sus oportunidades: esta fase representa sin duda el desafío más arduo de toda la anticipación de su realización. En efecto, aquí hay que sintetizar y reunir toda la información obtenida en la primera fase, con el objetivo de definir el problema estadístico. Hará de guía para el trabajo futuro, es decir, para la generación de nuevas ideas teniendo constantemente en cuenta el problema, para el cual se está realizando la solución (ej. aislar los grupos musculares de las piernas durante la ejecución del ejercicio de leg press).
Genera ideas y soluciones innovadoras: es la fase en la que se busca encontrar ideas y soluciones creativas para el problema analizado y teniendo conocimiento de las preferencias del cliente final. Aquí se necesita una gran dosis de creatividad y la capacidad de pensar fuera de los patrones. La intención es generar tantas ideas como sea posible; por regla general, cada 20 ideas, una es buena. Para la generación de ideas se pueden utilizar diversas herramientas, como procesos, tales como brainstorming, mapas mentales, storyboard, etc.
Prototipa para empezar a implementar soluciones: es la mejor manera de entender qué soluciones podrían funcionar y cuáles no. En esta etapa se empieza dando vida a prototipos simples, de base, con el único objetivo de poder descubrir en la práctica cuáles son los puntos negativos tanto en el diseño como en el propósito del producto, pasando luego a los prototipos funcionales, cuyo objetivo es comprender el funcionamiento y el uso del producto.
Ponga a prueba las soluciones testándolas: en esta fase el objetivo es probar los prototipos, es decir, las ideas de solución previamente generadas. Cuando se están probando productos para el uso humano, es de suma importancia observar con mucha atención las reacciones, sensaciones y emociones que experimentan los usuarios durante el uso del producto. Es necesario interrogarlos y guiarlos durante toda la interacción con el prototipo, teniendo mucho cuidado de no influir en ellos con nuestras ideas, ya que el objetivo del análisis es obtener críticas objetivas y consejos de aquellos a quienes el producto está dedicado.
El Cross-training desciende del ejército americano, donde los soldados, para soportar mejor los entrenamientos pesados se inventaron una especie de competición en la que podían medir su fuerza, resistencia y preparación física en general. Y es por eso que las herramientas y los accesorios para el cross-training tienen un diseño militar-industrial que les da un aspecto imponente y robusto de gran respeto. Esto da a los atletas más motivación y les hace estar convencidos, confiados en sí mismos y dispuestos a comprometerse para alcanzar los objetivos designados.
Cada marca – empresa tiene su propio lenguaje de diseño o estilo, que se sigue constantemente dando visibilidad a la empresa. La marca Kingsbox se ocupa de la fabricación y venta de equipos para el entrenamiento funcional y el Cross-training. Para la realización de sus productos se inspira en el diseño militar-industrial, obtenido mediante el uso de perfiles cuadrados y lineales, bordes vivos y formas agresivas, que les confieren un aspecto fuerte, imponente y robusto. Los elementos industriales utilizados para la producción aportan a los productos una mayor resistencia y peso. Además, las combinaciones de colores oscuros expresan exclusividad, calidad superior y valor añadido a los productos.
El mayor desafío en el diseño de una máquina de fitness para el entrenamiento de fuerza es centrar la ergonomía correcta. Dado que el producto está destinado al uso humano, es fundamental que no haga sentir incómodo al usuario o, peor aún, en situaciones de peligro.
Cada persona es diferente, por lo que es casi imposible crear un producto universal que satisfaga plenamente las necesidades de cada individuo. Para tratar de hacer nuestro mejor esfuerzo, utilizamos las llamadas tablas antropométricas, en las que las medidas del tamaño de las partes individuales del cuerpo humano se recogen y clasifican, para el diseño ergonómico del producto. Sirven como punto de partida para determinar el tamaño de cada componente del producto. Los cuadros se refieren a un grupo de personas, una población específica (p. ej., la población de la Unión Europea), la dividen por sexo y la ordenan por grupo de edad. Estos datos se procesan entonces estadísticamente según la curva de Gauss para obtener los valores medios y sus variaciones. Los datos se desglosan además en porcentajes; muy a menudo, la población se divide en tres zonas (parando en %) en 5°, 90° y 95° percentil:
Como ya se ha dicho, es prácticamente imposible producir un producto que satisfaga a toda la población. Con esto en mente, la empresa trata de producir la máquina para satisfacer al mayor número posible de usuarios. Tratando de alcanzar este objetivo tiene en cuenta las medidas de cada parte del cuerpo obtenidas de la media del grupo más amplio de población (90° percentil – ya el nombre sólo deja traslucir, que se está hablando de la parte más amplia de la población). Con ello se reduce drásticamente la posibilidad de que la mayoría de los usuarios encuentren la máquina inadecuada.
La realización de la máquina no puede basarse exclusivamente en hipótesis teóricas. Especialmente cuando el producto está destinado a las personas, es absolutamente necesario ponerlo a prueba también en la práctica. De este modo, se produce y se prueba un prototipo funcional del producto final, mientras que las partes para las que la ergonomía es básica se prueban varias veces. Basándonos en las pruebas, podemos ver qué medidas ergonómicas están bien, y cuáles no. Este paso es crucial, y sobre la base de ello podemos realizar un producto estético y ergonómicamente acabado, que se adapta perfectamente al usuario y ofrece la posibilidad de aislar los grupos musculares de las piernas para un entrenamiento específico.
THE MAD KING – ¡el leg press majestuoso, de verdaderos reales!
Ya por el nombre podemos entender que este leg press es una máquina hecha para el entrenamiento de las piernas con los empujes que son una alternativa válida y segura al squat.
La máquina se utilizará configurando el ángulo de inclinación del respaldo y del asiento de manera que el usuario pueda sentarse de forma cómoda y estable. Una vez sentado en la máquina, el usuario debe ponerse en posición de partida, es decir, colocar los pies en el lugar marcado especialmente en la placa de presión que tiene delante. Una vez tomada la posición de partida puede comenzar con la ejecución del ejercicio, empujando con las piernas, extendiéndolas, haciendo presión sobre la placa de frente. Una vez alcanzado el punto de máxima extensión (las piernas completamente estiradas), se empieza a doblar las piernas, permitiendo que la placa vuelva atrás, hasta que se alcanza el ángulo recto entre los muslos y las pantorrillas. Al realizar el movimiento repetidamente se va a aumentar la fuerza de las piernas.
En la vida nos encontramos ante situaciones cada día diferentes y yo trato de actuar teniendo siempre en mente uno de mis lemas. Pero entre todos hay uno que me ha sido y sigue estando siempre a mi lado: «sueños + trabajo duro + compromiso = éxito».
En la realización de esta máquina mi lema no podía ser más acertado. Realizar máquinas de fitness ha sido mi sueño desde el momento en que crucé la puerta de la facultad de ingeniería, después de haber frecuentado y amado el mundo del fitness durante años. Trabajé duro para terminar los estudios con éxito, y luego me contrataron en Kingsbox. Finalmente, se necesitó mucho esfuerzo y mucho trabajo para diseñar la máquina. La fuerza de voluntad nunca me ha abandonado, y como me encanta el deporte, me llena de alegría poder mejorar el mundo del fitness.
Nunca imaginé que todo esto me llevaría a tal éxito: diseñé e hice una máquina de la que estoy orgulloso y que también será el tema de mi tesis.